PRESAS 2009-2010

Frecuentemente olvidamos que el hombre es un animal descontextualizado. Nos criamos amaestrados para vivir en un medio ambiente artificial, que además, excede en hostilidad todo ecosistema natural. Y le nombramos progreso, y le nombramos evolución. Son estos animales ¿victimas que has sido arrancadas de su habitad?, o, acaso, ¿son hombres que han sufrido una metamorfosis? La respuesta para ambas preguntas es la misma. Así como “El Cordero” porta su despojo como doble manifiesto, las presas responden a la pregunta: ¿es el ser humano un prisionero de sí mismo? El paisaje se ha hecho claustrofóbico, y sin darnos cuenta, son las mismos cuartos en que habitamos. Lo que le sucede al instinto al contemplar su encierro, nos desconcierta y transgrede, por la conciencia de que ese mismo despojo, también lo hemos sufrido nosotros.

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